jueves, 15 de mayo de 2014

El quemadito


 

En la memoria de muchos pueblos argentinos quedan aún los recuerdos de numerosos santos paganos que, si bien actualmente no tienen tantos seguidores, fueron objeto de gran devoción. “El Quemadito”, en la provincia de Catamarca, es un santo popular que nace a principios del siglo XIX en medio de los enfrentamientos entre unitarios y federales, y que hace referencia a José Carrizo, un prisionero que fue arrojado vivo a la hoguera en una zona del antiguo Camino Real, donde fue colocada una cruz y los lugareños lo convirtieron en altar. La historia comienza después de la derrota de Oncativo cuando los unitarios asumen el poder en Catamarca y persiguen a los federales. 

En esas circunstancias hacen prisionero a José Carrizo y lo acusan de ser espía del General Quiroga. Se lo arrojó vivo a una hoguera, muriendo quemado. 

Se supone que este hecho tuvo lugar en el antiguo camino real entre Miraflores (Capallán) y Huillapima, y allí se erigió una cruz de madera clavada en el tronco de un quebracho que se conoció como "la Cruz del Quemadito". 

Frente a esta cruz los lugareños rezaban y prendían velas pidiéndole, sobre todo, hallar sus animales.

lunes, 14 de abril de 2014

Ruego a Santa Marta Dominadora

 




Santa Marta La Dominadora, 
haz que la culebra no decienda ahora.
Salve La Morocha,
Salve La Morena,
Dios Salve a la Morocha,
Dios Salve a la Morena,
Santa Marta la Dominadora.




"Oh Santito de las Pampas injustamente humillado levantaté de tu tumba lejana y compadece ante mí para que pueda pedirte lo que se deseo. Yo te prometo a cambio ser generoso y solidario con quiénes más lo necesitan. Amén"


“En los Esteros del Iberá se cuenta la historia de este Santito… dicen los lugareños que hace 150 años aproximadamente, había una prisión en donde estaban los leprosos. Por miedo al contagio, los tenían alejados de los otros reclusos. En el pueblo había un médico brujo, unos dicen que fue un monje Franciscano o un monje Jesuita, que cuando desde España los expulsaron de la zona, él se quedó en el lugar para ayudar a los indígenas. Este brujo tenía poder para curar, con yuyos, curaciones “de palabra” y con oraciones, también les daba un agua curativa y entraba en la celda de los leprosos a ofrecerles agua. Este monje a toda la comunidad le daba su ayuda para curar males del cuerpo y males espirituales, sacar “algún daño”, o curar el “ojeo”. Cuentan también que el brujo se hacía de tiempo para ir hasta la orilla del río y sentado bajo un árbol ponerse en cuclillas a meditar mirando correr el agua. Hasta que llegaron al lugar los sacerdotes cristianos, que volvían a retomar lo que empezaron los misioneros de antes. Estos sacerdotes al enterarse de la presencia del brujo, junto con las autoridades lo pusieron preso y lo encerraron en la celda con los leprosos. No puso resistencia se dejó que lo encierren, pero protestó haciendo ayuno de pie, apoyado en un bastón, hasta que la muerte le llegó. Dicen que nadie se había dado cuenta de su muerte hasta luego de un tiempo abrieron la puerta de su celda y lo encontraron muerto, de pie con su túnica negra, apoyado en su bastón, sus carnes estaban consumidas, era solo su esqueleto cubierto por la piel”. De acuerdo con los actores sociales, el apodo de Señor de la Muerte se debería a que el monje se ocupaba de las personas con lepra, que en esa época no tenía cura y era una sentencia de muerte. Por otro lado, El Gauchito Gil, cuyo nombre cuentan los entrevistados habría sido Antonio Gil, es un santo canonizado por el pueblo, que vivió alrededor de 1830 a 1870 en Mercedes, provincia de Corrientes. El contexto histórico en el cual se produce su aparición, hace referencia a tiempos en que el escenario político se encuentra cargado de constantes luchas entre los caudillos de las provincias del Litoral Argentino y el gobierno de Rosas, que detentaba un poder central y hegemónico en Buenos Aires, al que se oponían los habitantes del interior del país. Asimismo, en Corrientes el enfrentamiento civil se da en un marco de bipartidismo en el que dos organizaciones antagónicas, Colorados o Autonomistas y Celestes o Liberales pugnaban por el poder político provincial. Finalmente, cabe señalar que el rol de Corrientes fue central en cuanto al estacionamiento y organización de tropas en relación con la guerra de la Triple Alianza, que culminó con la derrota del mariscal López, presidente del Paraguay. Mientras que el conflicto entre Buenos Aires y la Confederación se resuelve en la batalla de Pavón, después de la cual Mitre logra el apoyo del litoral y asume el poder ejecutivo. En estas instancias (1862- 1880) comienza a gestarse y consolidarse la unidad nacional y se dan los últimos intentos de resistencia por parte de los Caudillos del interior a la política de Buenos Aires, el riojano Chaco Peñalosa, lleva a cabo un levantamiento que fue sofocado por Mitre en 1863 y otro intento fue el de Felipe Varela 1866, derrotado por lideres santiagueños aliados a Mitre (Salvatore, 1998). Entre los informantes calificados que se entrevistaron en el santuario seleccionamos el relato de Vilma, vendedora de velas en un puesto del lugar, quien nos cuenta: “Antonio Gil, se enamoró de Doña Estrella Miraflores, dueña de una estancia donde trabajaba la madre de Gil, un policía de la zona que también pretendía a la viuda, comenzó a perseguirlo hasta que finalmente se trenzaron en una pelea. La leyenda da cuenta que El Gauchito dominó al policía con su mirada y teniendo la posibilidad de matarlo no lo hizo, a partir de ahí, comienza su vida fuera de la ley, acusado de atentar contra la autoridad. Encontrándose prófugo, cuando volvió a su lugar de origen después de las guerras civiles, fue reclutado por el jefe militar de la zona para luchar contra los federales. En Los Palmares, el Gauchito Gil tuvo un sueño en el que se le aparecía el Dios Guaraní Ñandeyara, diciéndole: "No quieras derramar la sangre de tus semejantes". Ese día desapareció del campamento y se convirtió en desertor. Perseguido por la autoridad, anduvo por los montes y formó una banda de cuatreros. Se corrió la voz de que despojaba a los ricos para repartir entre los pobres. Una tarde, estaba descansando cuando él y quienes lo acompañaban, fueron sorprendidos por el ejército, sus compañeros fueron abatidos a trabucazos en el momento y se cuenta que a él lo salvó un amuleto de San La Muerte que llevaba al cuello colgado de una cadena. En ese momento se entregó para evitar derramar más sangre siendo conducido ante el coronel que lo había reclutado y éste le propuso eximirlo de su castigo si se reincorporaba a sus filas, al negarse lo enviaron a Goya para ser juzgado y condenado a la pena de muerte. El 8 de Enero de 1874, a pocos kilómetros de Mercedes, la partida que lo conducía para ser juzgado se apartó del camino y fue colgado de un árbol de algarrobo por los pies para evitar el poder de su mirada, Gil antes de morir anunció que el coronel lo tenía en aprecio y que estaban cometiendo un error si lo mataban y dijo al sargento a cargo que pronto uno de sus hijos enfermaría gravemente, al terminar sus palabras lo degollaron y murió. Después de este momento sus matadores regresaron a Mercedes y se enteraron de la verdad de las palabras de Gil. El sargento recordó sus palabras y solicitó permiso para visitar a su familia; al llegar a su propia casa recibió la noticia de que su hijo estaba gravemente enfermo, con fiebre altísima y sin salvación. De rodillas le pidió al Gauchito que intercediera ante Dios para salvar la vida de su niño y le suplicó perdón por sus actos. A la madrugada el milagro había sido concedido y el sargento lleno de alegría construyó con sus propias manos una cruz con ramas de ñandubay y se dirigió caminando hasta el lugar donde había matado a Gil”. Desde ese momento y hasta hoy se hace un alto en el camino para pedir y dar gracias a Dios, por su intermedio. Los peregrinos y devotos desde entonces son cada vez más numerosos, miles de personas se acercan a visitar al santo, a tocar su Cruz de madera, prenderle una vela colorada o plantar una bandera colorada con los nombres de las personas a las que se le pide que proteja o para dar testimonio del milagro realizado por el Gauchito. En ese mismo lugar sus milagros empezaron a sucederse y la gente que ya creía en él como en una buena persona, sensible, afanoso por lograr la justicia en sus actos e inspirarla en los ajenos, amante de la libertad y de la vida, orgulloso de su estirpe y su tierra, de su gauchaje, aquel del que era parte, dolida por su asesinato lo acompañó y vio con asombro y devoción que su gracia estaba con ellos. Los pedidos se acumularon y las bendiciones y milagros comenzaron a llegar. Su fe se extendió ya no sólo en Mercedes que fue su cuna, su nombre y sus colores acercan la fe en un culto sin fronteras (Pascuchelli y Funes, 2007). La descripción que se hace en el relato denota que Gil era en vida un hombre santo, en tanto recibe indicaciones de la deidad sobre la conducta que debe asumir, supera la muerte bajo la protección de la imagen del Señor de la Muerte, otro hombre santo, posee un poder especial en la mirada que le permite dominar a sus contendientes y detenta la capacidad de clarividencia que le permite anunciar el aprecio que sentía por él el jefe miliar que había ordenado su traslado a Goya, la enfermedad que padecería uno de los hijos de su verdugo, así como el carácter de error con que sería juzgado su asesinato. Ni bien muere, concreta su primer milagro, curando al niño cuyo grave padecimiento había predicho. Convirtiéndose este episodio en el modelo arquetípico de la relación que el Santo popular mantendría con los hombres tras su muerte transformado ya en personaje mítico. Fuente :mariangeles fones

domingo, 13 de abril de 2014

Santa Marta Filomena Lubana.


Viene de la Serpiente que creo al mundo es la que limpia el ambiente y se enrosca alrededor de las personas para limpiar su aura.
La Metresa Lubana no es de hablar mucho generalmente se comunica con sus hijos en la mente o en sueños.
Se le prenden velas verdes, moradas, negras y rojo obscuro, sus ofrendas se le ponen en el piso ya que por ser una serpiente es ahí donde la recibe.
 Se le ofrendan granos de café con huevos enteros (de los de la cáscara marrón) y se le echa miel por encima, se le pone una malta con una vela encendida en la tapa, café negro con azúcar esto se le ofrece los lunes o martes.
También se le pone harina de maíz dulce con mucha canela su día de fiesta es el 29 de julio.
 Su habilidad es la de dominar a cualquiera que se lo quiera hacer. Esta metresa pertenece a la división negra.
Trabaja mucho con Dambalah (San patricio) y el Barón del Cementerio.
Sus cosas se le ponen en número de 5 ya que ella domina los 5 sentidos del cuerpo.
Se le prenden lámparas de miel y aceite en mitades , se le ponen 5 lamparitas de estas y en el centro una harina de maíz dulce con canela para hacerle peticiones, esto luego se lleva al río y ahí se deposita para que ella siga trabajando la situación desde ahí.
Cuando se tiene situación con alguien o se le desea mantener tranquila a la persona por algo que le hizo a uno, se consigue una penca de tuna y se raja en dos dentro en centro se le pone el nombre de la persona con un poco de sal en grano y se envuelve en tela verde.
Se le prende una vela  y al termino de 5 días se entierra esto en la orilla de un río.
Es muy efectiva para trabajos sentimentales pero hay cumplirle con lo se le ofrece por que se molesta y le quita todo a uno.

SANTA MARTA DOMINADORA


Tu que dominas todos los corazones, domina el corazón de ...(Nombre de la persona)
Con el poder infinito que tuvo Santa Marta para amansar al dragón, así yo quiero que amarres a ...(Nombre de la persona).
Oh! Espíritu Dominante! Con tu divino poder que Dios te ha dado haz que ...(Nombre de la persona)
 sea dominado en cuerpo y alma por mí, que mi presencia le haga falta donde este, que no pueda estar tranquilo sin mí.
Espíritu Dominante, domina mis enemigos, con tu divino poder que Dios te ha dado.
Amen.

Se reza 9 Ave Maria y 1 Gloria al Padre durante 9 días y luego al noveno día simplemente compartes la oración con otra persona a quien creas que le puede servir y espera a haber lo que pasa al 4to día de haberla compartido.

Reza con mucha fe!

Corderito Manso para amarrar



 Oraciòn del corderito manso para amarrar

Yo te conjuro ...... (Decir el Nombre)

En el nombre de María y Jose, con este conjuro te reconjuro para que vengas a mi como manso cordero y lleno de amor y atención hacia mi,
 criatura de Dios para que solo pienses en mi...
 y lo hagas lleno de amor,
 yo te conjuro hombre mío en el nombre del espíritu de dominio,
 te conjuro tus cinco sentidos tu juicio,
 tu pensamiento, tu voluntad haz que ...................
Quede dominado en el presente,
 en el futuro,
que cuando yo lo vea,
 el me vea,
 cuando yo lo oiga el me oiga,


 cuando yo lo mire el me mire,
 cuando yo lo toque el me toque,
cuando yo suspire el suspire,
así sus cinco sentidos estarán
atados a mi en un mismo pensamiento
 por Dios y la misma naturaleza amen.
Rezar un Padre Nuestro

La pachamama


El término Pachamama se traduce al castellano como Madre Tierra, puesto que pacha es una palabra quechua y aimara que en español significa tierra, cosmos, universo, tiempo, espacio y mama quiere decir madre. El concepto de Pachamama guarda una directa relación con la riqueza agraria, ya que la economía de los pueblos originarios se basa en la producción agrícola.

No obstante, la mayor parte de la población urbana en Bolivia es indígena, (principalmente aimara y quechua) y tanto sus costumbres, como sus creencias mantienen vigencia en la sociedad moderna. Sin embargo sufrieron algunas alteraciones, al sincretizarse con la fe católica. Incluso, en algunas ceremonias, se adora a la Pachamama a través de la Virgen María. Esta simbiosis se puede ver claramente en el cuadro “La Virgen del Cerro”, donde se observa que la Madre Tierra, representada por el cerro, además de ser la falda de la Virgen María queda por encima de la misma.

 La Pachamama es la máxima divinidad de los pueblos andinos, ya que además de brindar protección, alude a la fertilidad, a la abundancia, a lo femenino, a la generosidad, a la madurez de los cultivos, etc. Igualmente, en las reuniones sociales, es muy habitual que la Pachamama reciba los primeros tragos de cerveza, ya que los creyentes antes de llevarse el primer sorbo a la boca, dejan caer unos chorros sobre la tierra, a modo de agradecer y alimentar a la Pachamama.
En la cultura aimara, una de las ofrendas más comunes para la Pachamama es el feto de llama, que una vez disecado es enterrado bajo la obra gruesa de una construcción o en los cultivos, durante el mes de agosto, a fin de atraer fortuna, bienestar y alejar las malas energías. En la cultura andina, la Pachama es la diosa protectora de todos los bienes materiales y, a la vez, domina el universo de lo espiritual. Por ello, simboliza al entorno del ser humano en su totalidad. En consecuencia, los que creen en ella deben mantener una relación de equilibrio y reciprocidad con la misma.

La llorona




Hay dos versiones sobre la llorona:
1)De los campos a las ciudades emigran muchas jovencitas en busca de su sueño, de estudios y de tener mejores trajes y dinero para ayudar a sus familias. Esta como muchas llegó a la ciudad y se empleo en casa de ricos, enamorándose de su hijo el cual cruelmente la dejó embarazada y luego la despidió de su trabajo. No habiendo más que hacer, se devolvió a su casa escondiendo su hijo bajo su delantal, lo cual no logró por mucho tiempo, su familia, apegada al cristianismo, comenzó a decirle su error a todas horas, creándole gran angustia. Una noche bajo un gran aguacero corrió hacia el río y pariéndolo lo lanzó a la corriente, al ver lo que había hecho se lanzó detrás del niño gritando y llorando. Todavía en las noches de luna después de una creciente se oye el llanto de esta mujer, y se puede verle tras el rayo de luna en el agua del río, tratando de alcanzar a su hijo. Dicen que el señor en su gran misericordia tendrá compasión de ella y que algún día lo alcanzará, volverá a la vida y será un gran hombre revolucionario de la sociedad.

2)En las altas horas de la noche, cuando todo parece dormido y sólo se escuchan los gritos rudos con que los boyeros avivan la marcha lenta de sus animales, dicen los campesinos que allá, por el río, alejándose y acercándose con intervalos, deteniéndose en los frescos remansos que sirven de aguada a los bueyes y caballos de las cercanías, una voz lastimera llama la atención de los viajeros. Es una voz de mujer que solloza, que vaga por las márgenes del río buscando algo, algo que ha perdido y que no hallará jamás. Atemoriza a los chicuelos que han oído, contada por los labios marchitos de la abuela, la historia enternecedora de aquella mujer que vive en los potreros, interrumpiendo el silencio de la noche con su gemido eterno. Era una pobre campesina cuya adolescencia se había deslizado en medio de la tranquilidad escuchando con agrado los pajarillos que se columpiaban alegres en las ramas de los higuerones. Abandonaba su lecho cuando el canto del gallo anunciaba la aurora, y se dirigía hacia el río a traer agua con sus tinajas de barro, despertando, al pasar, a las vacas que descansaban en el camino. Era feliz amando la naturaleza; pero una vez que llegó a la hacienda de la familia del patrón en la época de verano, la hermosa campesina pudo observar el lujo y la coquetería de las señoritas que venían de San José. Hizo la comparación entre los encantos de aquellas mujeres y los suyos; vio que su cuerpo era tan cimbreante como el de ellas, que poseían una bonita cara, una sonrisa trastornadora, y se dedicó a imitarías. Como era hacendosa, la patrona la tomó a su servicio y la trajo a la capital donde, al poco tiempo, fue corrompida por sus compañeras y los grandes vicios que se tienen en las capitales, y el grado de libertinaje en el que son absorbidas por las metrópolis. Fue seducida por un jovencito de esos que en los salones se dan tono con su cultura y que, con frecuencia, amanecen completamente ebrios en las casas de tolerancia. Cuando sintió que iba a ser madre, se retiró “de la capital y volvió a la casa paterna. A escondidas de su familia dio a luz a una preciosa niñita que arrojó enseguida al sitio en donde el río era mas profundo, en un momento de incapacidad y temor a enfrentar a un padre o una sociedad que actuó de esa forma. Después se volvió loca y, según los campesinos, el arrepentimiento la hace vagar ahora por las orillas de los riachuelos buscando siempre el cadáver de su hija que no volverá a encontrar. Esta triste leyenda que, día a día la vemos con más frecuencia que ayer, debido al crecimiento de la sociedad, de que ya no son los ríos, sino las letrinas y tanques sépticos donde el respeto por la vida ha pasado a otro plano, nos lleva a pensar que estamos obligados a educar más a nuestros hijos e hijas, para evitar lamentarnos y ser más consecuentes con lo que nos rodea. De entonces acá, oye el viajero a la orilla de los ríos, cuando en callada noche atraviesa el bosque, aves quejumbrosos, desgarradores y terribles que paralizan la sangre. Es la Llorona que busca a su hija…

lunes, 17 de enero de 2011

El gauchito Gil






El 8 de Enero pasado, se festejo un nuevo aniversario de

 Antonio Mamerto Gil Núñez, o Antonio Gil, oGauchito Gil... Curuzú Gil tenía a mediados del siglo pasado, una banda que "despojaba de dinero a los ricos para dárselo a los pobres". La denominación "curuzú" significa cruz.
Se cree que nació en el departamento correntino de Mercedes (antes denominado Pay Ubre), en cuyo cementerio se encuentra su cuerpo; murió un 8 de enero de 1878.

Su mayor trascendencia transcurrió entre 1840 y 1860, época de caudillos y montoneras. Su vida está envuelta en mil enredos, se dice que fue peón explotado que se volvió matrero, también que actuó en la Guerra del Paraguay bajo las órdenes del General Madariaga, y que fue ejecutado por desertor.

Según contaba doña Anabel Miraflores, su madre Estrella Díaz de Miraflores, una rica estanciera, tuvo amoríos con Gil, y a la vez era pretendida por el comisario del pago. Esta situación, más el odio que le tenían los hermanos de la estanciera, hizo que el Curuzú huyera de Pay Ubre y se fuera a alistarse en la Guerra del Paraguay.

Los federales litoraleños, después de la caída de Rosas, se dividieron en Rojos (tradicionales de la divisa punzó o autonomistas) y Celestes (liberales), según cuentan las historias, Gil fue reclutado por los celestes del coronel Juan de la Cruz Salazar, y como el gauchito era netamente colorado, aprovechó un descuido y se dio a la fuga con el mestizo Ramiro Pardo y el criollo Francisco Gonçalvez; compañeros a los que el derrotero convirtió en cuatreros famosos. Sus compinches fueron muertos a tiros de trabuco y el gaucho fue detenido y llevado a Goya. A pesar de la intercesión del Coronel Velázquez, en el camino, fue colgado cabeza abajo desde un algarrobo (en camino a Goya, a unos 8 kilómetros de Mercedes) y degollado. Aparentemente fue colgado de esa forma para evitar los supuestos poderes hipnóticos que tenía y para que no influyera el payé de San la Muerte que tenía colgado al cuello.

Su primer acto milagroso sucedió momentos antes de su muerte. El dijo a su futuro verdugo que una vez que le diera muerte, iba a ir a su casa y encontraría a su hijo muy enfermo, pero que si lo invocaba, sanaría. Una vez decapitado, el comandante llevó la cabeza en sus alforjas a Goya, y el verdugo no dejó el cuerpo a las alimañas, dándole sepultura. Este mismo sargento-verdugo al llegar a su casa vió que sucedía lo que dijo el gauchito, entonces, volvió al lugar de la ejecución y puso una cruz de espinillo (algunos dicen que de ñandubay); al poco tiempo la gente comenzó a visitar el algarrobo y la tumba, dejando ex-votos y velas encendidas.

Los dueños del campo, de apellido Speroni, al ver el peligro que significaban las velas encendidas en el campo, hicieron trasladar la tumba al cementerio de Mercedes... pero al poco tiempo cayó gravemente enfermo con un mal que degeneró en locura, los médicos lo desahuciaron y él, en un momento de lucidez, prometió que si el gauchito lo sacaba de la cruel y desconocida enfermedad, le haría un monumento fúnebre... al momento curó y edificó un pequeño santuario de piedra que aún hoy se puede observar... de allí en más fueron varios lo milagros del gaucho y su culto se expandió por gran parte del territorio argentino


Existen diferentes versiones acerca de la época y el motivo de su muerte. Se sabe que fue durante el siglo XIX, algunos sitúan estos hechos en 1890, para otros ocurrieron entre 1840 y 1848. Todos coinciden que su muerte aconteció el 8 de enero, que ocurrió en medio de las constantes luchas fratricidas entre los Liberales (o Celestes) y los Autonomistas (o Colorados), que el Gauchito era inocente y que fue muerto injustamente.

Era oriundo de la zona de Pay-Ubre, hoy Mercedes, Corrientes. Había sido tomado prisionero por el Coronel Zalazar acusado injustamente de desertor y cobarde. Fue trasladado a Mercedes y de allí sería enviado a Goya donde se encontraban los tribunales. Era sabido que los prisioneros que tenían ese destino jamás llegaban a Goya, siempre "habían intentado escapar en el camino, se producía un tiroteo y el preso irremediablemente moría". El pueblo se entera de la prisión de Gil y se moviliza buscando apoyo en el Coronel Velázquez, quien junta una serie de firmas y se presenta ante Zalazar para interceder. Este hace una nota dejando al Gauchito en libertad que fue remitida a Mercedes pero ya había sido llevado hacia los tribunales.
La tropa integrada por el prisionero, un sargento y tres soldados se detiene en un cruce de caminos. El Gauchito sabía que lo iban a ajusticiar y le dice al sargento: "no me matés porque la orden de perdón viene en camino" a lo que el soldado replica "De esta no te salvás". Antonio Gil le responde que sabía que finalmente lo iban a degollar pero que cuando el regresara a Mercedes le iban a informar que su hijo se estaba muriendo y como él iba a derramar sangre inocente que lo invocara para que él intercediera ante Dios por la vida de su hijo. Era sabido que la sangre de inocentes servía para hacer milagros. El sargento se burló y lo ejecutó.

Con respecto a la forma de morir existen varias versiones:

1) Lo ataron a un poste o un árbol y le dispararon con armas de fuego pero ninguna de esas balas entró en el cuerpo ya que la creencia popular dice que quien lleva el amuleto de San la Muerte no le entran las balas y se supone que el Gauchito era devoto del "Santito". Entonces el sargento ordenó que le colgaran de los pies y allí lo degolló.

2) Murió luego de varios intentos de disparos con armas, porque una bala finalmente entró en el corazón.

3) Fue colgado de un algarrobo, cabeza abajo y luego degollado, porque tenía el poder de hipnotizar a las personas "con sólo mirarlas a los ojos".

La partida volvió a Mercedes y allí el sargento se entera del perdón y, recordando las últimas palabras del Gauchito, se dirigió a su casa donde entera que su pequeño hijo está muy grave, con fiebre altísima y el médico lo había desahuciado. Entonces se arrodilla y le pide al Gauchito que interceda ante Dios para salvar la vida de su hijo. Al llegar la madrugada el milagro se había hecho y el niño se había salvado. Entonces el sargento construyó con sus propias manos una cruz con ramas de ñandubay, la cargó sobre sus hombres y la llevó al lugar donde había matado al gauchito. Colocó la cruz, pidió perdón y agradeció.

La cruz dio el nombre al cruce de caminos y, con el transcurso del tiempo, se convirtió en un lugar de peregrinación.
Se cuentan dos historias acerca del paraje donde se levantó el santuario y del deseo del Gauchito de seguir permaneciendo en ese lugar:

1) Con los años era tanta la cantidad de promesantes que iban a visitar al santo y le encendían velas, que el dueño de la estancia sintió temor que le incendiaran el campo y hace llevar el cuerpo al cementerio local. Dicen que este estanciero era un hombre rico, con una familia sana y bien constituida. Pero desde el momento que decide sacar de allí el oratorio comenzó a tener problemas económicos, muere uno de sus hijos de una extraña enfermedad, la hacienda se enferma y los campos se iban secando. Él mismo cae en cama y los médicos no aciertan con el diagnóstico. Un día una mujer que habían llamado para que lo curara le dice que iba a mejorar cuando volviera a traer el oratorio del Gauchito a su lugar. El estanciero construyó un mausoleo junto con una cruz tallada en fina madera en el sitio donde murió y cedió además un amplio espacio. A partir de ese momento todo mejoró para el dueño del campo. El Gauchito siguió enterrado en el cementerio local pero el lugar de su muerte se convirtió en centro de culto.

2) Algunos hechos sorprendentes comenzaron a suceder cuando se asfaltaba la ruta y los ingenieros decidieron que lo más práctico era trazar una línea recta para acortar distancias a pesar que ésta pasaría por encima del oratorio del Gauchito, y por lo tanto, era necesario moverlo.

Los operarios dijeron que "no era bueno pasar por arriba de tierra sagrada para los correntinos" pero los empresarios ignoraron esa advertencia. Muchos peones se negaron a cumplir la orden y renunciaron. Cuando estaban cerca de la zona en cuestión las máquinas se negaban a avanzar, ni los operarios, ni los mecánicos ni los jefes lograban ponerla en funcionamiento si la dirección era hacia el santuario. Los operarios comenzaron a desertar porque pensaban que todo era obra del Gauchito que se negaba a que lo sacaran de ese lugar. Ante tantas dificultades deciden respetar el recodo y que el camino haga una curva. Se respeta así el Oratorio y los ingenieros piden perdón y protección para la obra.El Santuario principal se encuentra en el cruce de las rutas Nº 123 y 119, a 8 km de la ciudad de Mercedes (antigua Pay-Ubre). Desde lejos se observa el centenar de tacuaras con banderas rojas, el mausoleo con las placas de agradecimiento y una enorme cantidad de ofrendas similares a lo que ocurre en el santuario de Vallecito de la Difunta Correa: muletas, vestidos de novia, juguetes, casas hechas en miniatura, autitos. Estampitas del santo con los pedidos escritos detrás o con expresiones de agradecimiento.El color rojo es el distintivo del Gauchito Gil que se manifiesta en velas y fundamentalmente en cintas con el pedido o agradecimiento escrito. Es costumbre dejar una cinta atada a las miles de cintas que hay, y se retirar otra ya "bendecida" por el santo que se coloca en la muñeca, en el espejo del auto o en algún lugar privilegiado de la casa para que proteja o ayude.

Varios días antes del 8 de enero, fecha del aniversario de su muerte, comienza a congregarse la gente y pasar la noche en carpas. Se improvisan negocios, bailantas la compás del chamamé, kioscos que venden bebidas y recuerdos. Los jinetes se acercan llevando banderas y estandartes en tacuaras para dejar en el lugar, que también se cubre de flores rojas. El cura de Mercedes oficia una Misa por el alma del Gauchito. En el terreno donado por el estanciero se construyó un tinglado donde se acumulan las ofrendas, sitios para encender velas y edificios con baños, duchas, bares y otras comodidades para aquellos que se acercan a orar.

Los otros santuarios del Gauchito Gil se levantan principalmente en el litoral aunque su culto se va extendiendo paulatinamente al resto del país como lo certifican los oratorios que existe en los Valles Calchaquíes, Salta y en Ushuaia, Tierra del Fuego. Sus estampas se reparten en los subtes porteños y se venden en las santerías de Buenos Aires y en los negocios de Luján junto a la Virgen. También se agrega su imagen como ofrenda en los santuarios de otros santos populares como la Difunta Correa. Las cintas rojas con su nombre y el pedido de protección para quien la posea, cuelgan de los espejos de cientos automóviles y son atadas en lugares visibles de los comercios.

Los lugares elegidos son los cruces de caminos, donde se atan en la rama de un árbol o en una tacuara clavada en tierra las cintas rojas. Son lugares de parada obligada de todo viajante. Los ómnibus y los caminantes se detienen un momento a saludar al Gauchito. En la provincia de Formosa, donde existen oratorios muy próximos, los automovilistas tocan su bocina al pasar. Si esto no se hiciese no contaría con la protección del santo en el resto del viaje y podría ocurrirle una desgracia.

Machera "el malandro"






Naciò en Mérida el 28 de julio de 1956, hijo reconocido de Luís Ramón Cerrada y Rosa María Molina Vivía en el Barrio Santa Anita (Mérida). Le sobrevivieron dos hermanos menores: Felipe y Trina (Felipe falleció hace dos años) y numerosos medio hermanos. Se crió con su madre y, por cosas de la vida, se entregó a la delincuencia.
Murió a los 21 años de edad el 1° de octubre de 1977. Todos lo tenían por un valiente y era muy diestro en el manejo de las armas de fuego; de ahí el mote o Apodo de “Machera”. Pero al reconocerle estas cualidades no queremos tampoco caer en la apología del delito.
Dicen que era una especie de Robin Hood, que les robaba a los ricos para darles a los pobres. Asaltó farmacias para darles medicinas a los enfermos sin recursos y una vez asaltó un camión de pollos para repartirlos entre los indigentes.
Machera era El malandro de Santa Anita, un barrio de la ciudad de Mérida, Venezuela. A sus 21 años era el líder de la banda más dura de la ciudad. Y, bueno, para ser líder de éstos grupos... no se podía andar con delicadezas por la vida, plomo y sangre marcaron su vida. Bueno, eso era menos el día de carnaval, en el que llevaba un carrusel para el barrio, algodón de azúcar y cotufas gratis pa todos los carajitos, y cerveza pa los grandes, eso sí, nadie pregunte de dónde salió el dinero, mientras las luces de navidad de éste año fueran más grandes que las del año pasado, o que los de la banda del barrio Andrés Eloy no se metiera en Santa Anita.
Según el informe policial con fecha 1 de octubre de 1977 fueron 33 balazos los que fulminaron a Luís Enrique Cerrada Molina, alias Machera, de 21 años de edad, solicitado desde hace meses por el ministerio público y víctima de uno de los operativos más brutales hasta la fecha. Lo cierto es que, muy a pesar de la rápida tentación de juzgar, a MACHERA le dolían tremendamente las injusticias sociales. Y con su muerte violenta aparece el verdadero poder, el del más allá: la gente del barrio comienza a pedirle favores y ayuda en los momentos difíciles. MACHERA es lo que llaman un Santo Malandro y los Ojos del Pueblo. Y Santo que se precie debe tener un milagro, como nos relata el Padre J. Fernández: “Dicen que el primer milagro de MACHERA fue el encuentro pacífico de policías y malandros en el velorio y entierro de Luís Enrique”.
El culto a MACHERA en Mérida se mezcla con el culto a otros personajes similares en Caracas. MACHERA, ISMAEL, MALANDRO RATÓN, ISABELITA, LUIS SANCHEZ, MIGUELITO, ANTONIO son sujetos y objetos de panteón y altar. Ellos son la Corte Malandra o CORTE Cale..

Oración a Machera

Con el permiso de Dios, a quien rogamos te haya perdonado, porque bien sabemos que a pesar de tus errores, dentro de tí había una alma buena y un corazón noble, alma de Machera, acudo a tí, en busca de refugio par que con la ayuda de Dios, me ayudes en la solución de tantos problemas que me aquejan, que me hacen sentir triste y solo, con intranquilidad, que veo la solución tan lejana, que sólo la tristeza me embarga, pero tengo fé en tí, que no me olvidarás, y le pedirás a Dios, por tantas almas necesitadas de protección, y especialmente por mí, para que... (Aquí se pide por lo que uno necesite).

Gauchito Gil

La maldicion del Gauchito Gil

Machera el santo malandro

Maria Lionza